El film está bien, tiene su aquel, le pesa ser algo irregular para no poder ser una película notable, pero me pareció entretenida, disfrutable y una curiosa mezcla de referentes del wester y de terror.
Un inicio prometedor y una trama posterior que la sostiene en muchos momentos el encanto y la gracia de Richard Jenkins, la estrella sorpresa de la película. Sin desmerecer al resto del remarto con un también destacable Kurt Russell y buen Patrick Wilson, si todo el film hubiera estado a la altura de Jenkins y de su tenso y sangriento tercio final, hubiera sido un peliculón. Pero reitero, no está de más echarle un ojo.
Nota: 6