Personalmente lamento que Resen esté recibiendo más críticas por editar en BD-R (cosa que sin duda merece) que por editar sin licenciar los derechos de las películas.
Si aproximadamente el último año ha lanzando unas 100 películas al mercado, eso supone que ha dejado de pagar entre 300.000 y 400.000 euros a los legítimos propietarios de las películas.