Por cierto, con respecto a lo de razonar en arte, acabo de publicar dos libros sobre el tema: Drácula versus Frankenstein (Jaguar) y La marca del vampiro (Alberto Santos), y en ellos hablo largo y tendido de este tema (más de 500 páginas entre ambos). Pero el hecho de emplear tanta tinta con análisis extensos no impide que vosotros menospreciéis esta película y este actor. Conclusión, que esas reflexiones son juegos lúdicos para el que escribe, que pueden o no ser compartidos. Pero de categóricos, nada de nada.