Amiga Campanilla, yo soy una persona que se emociona en el cine, que lloro como una madalena cuando me tocan la fibra, pero sí que he decir que de mitad en adelante prácticamente me he quedado frío.... y esto es algo que le ha pasado a bastante gente.
En mi caso no era yo sólo el que no paraba de moverme sobre la butaca de mi asiento, sino también mi acompañante.
Ambos coincidíamos que estaba siendo muy pesada una vez los personajes ya se habían convertido en adultos, algunos personajes quedan desaparecidos (la última aparición de la hermana se limita a soltar una tontería sobre lo mucho que bebió la noche anterior) y que no remataba los puntos de interés que parecía tocar (el tema de su novia está poco trabajado, así como el tema de la bebida, etc... etc...).
Realmente el tercio final del film es tan frío como su protagonista. Se quedaron sin esas buenas ideas que adornaban el brillante y emotivo arranque.
Pero, a lo que voy, que me pierdo, uno puede ser muy sensible y no sentir nada con lo visto en su tramo final.
Un saludo.