Es una peli estupenda con unos diálogos muy bien medidos y un Vaughn en estado de gracia aportando fisicidad y veracidad a un personaje lleno de demonios.
Zahler aquí vuelve a tirar del pastiche de géneros pasando del thriller criminal al exploit puro y duro, convirtiendo el final e un auténtico festival.
Las peleas son estupendas, por secas y directas y porque no se cortan un pelo con el uso de la violencia.
Al nivel de Bone Tomahawk, aunque yo soy más de western así que aquella me gusta pelín más.