Cita Iniciado por Tripley Ver mensaje
Totalmente de acuerdo. Actriz versatil y superdotada como pocas



Sí, Highsmith ya más allá de la etiqueta de maestra policiaca y llega a lo psicológico con un dominio magistral y, ese Diario de Edith que mencionas es un grandísimo ejemplo. Mar de fondo también luega en esa liga psicológica.



Sí, tal vez en pantalla Ripley tienen algún aspecto "positivo" que no tiene en las novelas, aunque es indudable que tiene cierto magnetismo que hace que otros personaes se rindan ante él. Por eso que tiene que Law (o Terence Stamp en sus años mozos) podrían haber sido grnades reresentaciones del personaje.

Y sí, ambos films con sus cambios son fieles, pese al final de la versión de Clément, (acorde con la época) o lo que a mí me parece aclarar mucho los elementos homoeróticos en la versión de Minghella (para mí Ripley es tan ambiguo que no sabemos hasta qué punto es ambiguo)

Saludos

Ahora que lo dices... es cierto que las insinuaciones y sugerencias sobre la posible homosexualidad de Ripley es algo que está en la novela (y no de soslayo, sospecharse se sospecha e insinuarse se insinúa más de una y dos veces ), pero el no acabar confirmándolo e incidiendo más en ello es brillante: Es probable, en mi opinión, que esas sospechas hacia su orientación sexual sean otra maquinación del mismo Ripley, cuidándose mucho de que no lleguen a cristalizar para reforzar el misterio respecto a su persona que no olvidemos, vive de mentir y fingir ser quién no es. Respecto a Highsmith... vale, podría agurmentarse de que Ripley hizo lo que hizo porque fue rechazado (falso, lo llevaba planeando desde tiempo atrás), pero incluso aunque ese hubiera sido el motivo nada hace pensar que fuese un rechazo de indole sexual.

En cualquier caso, insisto, plantar la semilla de la duda respecto a la sexualidad del personaje es una genialidad. En ese sentido, es verdad que Minghella va más allá de la mera duda y lo deja claro dandole tremenda relevancia en el último tercio a un personaje que en la novela es muy secundario, y eso hace que el efecto aterrador (en realidad no sabemos NADA de la forma de ser de Tom Ripley), se pierda un poco. Eso sí, da lugar a una bella y potente escena final.



Qué Depalmiana es está historia, por cierto, con las suplantaciones de identidad y demás.