Uno de los primeros trabajos de Curtis Hanson, y el primero del hoy conocido guionista David Koepp. Malas influencias es un thriller, pero también una peli de psicópatas, y una peli "de yuppies", todo a la vez.
El joven y ambicioso Michael (James Spader) tiene un mal día en el trabajo, no está seguro de que le vayan a dar el puesto que él quiere, un compañero le ha robado un trabajo y es incapaz de plantarle cara, y por si esto fuera poco, tiene una novia con la que está a punto de casarse, de familia rica y con la vida planificada de antemano (Marcia Cross) con la que en realidad, no quiere casarse.
Así que un día, al salir del trabajo, se va a un bar a emborracharse, y allí conocerá a Alex (Rob Lowe) un vagabundo de trajes caros y aspecto impecable, que parece legal y le ayuda a animarse y a mejorar un poco su vida. No obstante, como dice el tópico, las apariencias engañan, y Alex resulta ser un gigoló/psicópata, que arrastra a Michael a un paseíto por esas calles de neones que tanto nos gustaba ver en las pelis de los ochenta. Ni siquiera después de mentiras, drogas, alcohol y atracos Michael desea alejarse de su "mala influencia" en realidad, ha visto en Alex el hombre que él querría ser.
Ese es precisamente el punto más fascinante, donde, en muchas películas, el protagonista estaría dejándose manipular por engaños, Michael es perfectamente consciente de lo que está pasándole, de lo que está haciendo, pero parece darle igual, hasta que Alex va demasiado lejos...
Siendo la peli de 1990 (o 1989 segun otras fichas) estéticamente está mas en los ochenta, los rótulos de neón, las calles nocturnas mojadas, la música... tanto Lowe en su papel de gigoló asesino como Spader en el papel de pardillo/no tan pardillo están excelentes. Un thriller a recuperar.