NOTA: título original: """Los sueños no son tan bonitos como parece..."""

NOTA: ¡Hala! ¿contentos?

-----MENSAJE ORIGINAL-----

Y lo digo porque hoy se ha visto cumplido uno de mis sueños de niño (y mayor), pero no ha acabado como yo esperaba.

Estaba yo escribiendo una respuesta a un mensaje cuando un compañero de trabajo ha bajado hasta el sótano para entrar en el almacén y una chiquita rubia (guapísima, húngara, checoslovaca, búlgara o lo que fuera) entró con él en el almacén y salió a los dos minutos.

Bueno, este compañero, cuando ha visto que se metía en el servicio ha salido y me ha dicho que le había ofrecido carne y no sé que de que si tenía una raya o se la vendía. Nos hemos reído de lo mal que está la gente y punto.

A los quince minutos estaba como digo contestando un mensaje cuando esta chica ha entrado por mi puerta (quien haya estado en mi trabajo sabrá que es una oficina en un sótano) con los ojos llorosos (azules y preciosos), HA CERRADO LA PUERTA y se ha puesto a contarme que su madre había muerto hacía 3 horas y que estaba muy sola y que no sabía qué hacer.

Yo, que ya estoy curado de espanto y que por mi trabajo veo de todo, ya la indicaba que "lo lamento, espero que todo vaya bien, pero no puedo hacer nada, le pediría ya que estoy trabajando...). Ella me dice (imagino que me vería nervioso) que no me va a matar que no me preocupe, que sólo quiere cariño.

Pero... equilicuá que yo tenía en la mesa una bolsa de la máquina de tabaco con unos 4000 euros en monedas, los talones de las nóminas y se vé perfectamente la caja fuerte (de la que no tengo llave).

Como veo que no se va y que la conversación se repite una y otra vez y ahora le da por decir que sabe que soy el dueño, que se lo han dicho (ojalá, por cierto), arramplo con las nóminas y sus respectivos talones y los guardo en el cajón. Llegado este punto y que me vuelve a decir que me tranquilice la suelto que o se va o llamo en ese mismo instante a la policía. Me mira con cara angelical, mira al suelo y me vuelve a mirar con cara de decepción.

Me vuelve a decir que sólo quiere cariño y TOMA DEL FRASCO CARRASCO, se levanta el jersey para mostrarme las tetas. Yo, flipando me levanto inmediatamente de la silla y le indico que basta ya de coñas y que salga por la puerta. Intenta acercarse a mí y yo me pongo como cuando no quieres que te toque nadie (con los brazos ligeramente elevados e indicando que no te toquen). Lo mismo, para atrás y le reitero con voz elevada que salga por la puerta.

Se dirige hacia ella, se da la vuelta y por última vez lo intenta, pero esta vez empieza a desabrocharse el vaquero (que tenía botones) a lo que yo suelto un "¡Eh! alto ahí que ya está bien de gilipolleces". Se lo abre entero y saca el parrús (no era rubia de bote).

En ese momento cojo el teléfono y marco el 112, se me queda mirando yo la miro y me dice: "¿es porque no soy de aquí?", "se pierde esto porque yo conozco mujeres que..." en ese momento me contestan en el 112 y empiezo a contar lo que pasa. A los 15 segundos y como vé que va en serio, se abrocha y sale por la puerta diciendo algo en su idioma que no tengo ni puta idea de qué era.

-----

Es decir, los sueños, como diría aquél, son eso, y procura que no ocurran.

Quiero decir, estaba ciertamente nervioso y preocupado: el dinero, las nóminas, la caja fuerte, una desconocida cerrada conmigo, etc, etc, etc.

Puedo decir que algo como esto sí es la primera vez que me pasa. Estaba buenísima, pero estaba claro que buscaba otra cosa ya que, para qué nos vamos a engañar, yo no soy un adonis (soy casi la antítesis) y ya había tratado de liar a un compañero mío.

En definitiva, los sueños y deseos no son siempre como uno pensaba que serían.

De morcillón... nada. Casi diría que cagado.