Ostia tronco... de menuda te has librado. ¡Menuda lagarta!.

me recuerda a la historia de un compañero mío profesor de instituto que es incapaz de hacer auditorías a algunas sus alumnas solos en el despacho porque en más de una ocasión se le han insinuado y/o han salido llorando de él diciendo que había querido abusar de ella (a causa de un suspenso, evidentemente). Lo cachondo es que este amigo mío es Gay, pero eso es otra historia...

En todo caso, nen, lagartonas hay algunas por ahí... ¡cuidadín!