Las bajas frecuencias son las más puñeteras de medir y puede haber, incluso, sonido ambiente con frecuencias tan bajas que ni tú mismo eres capaz de notar (oir) y, sin embargo, sí que son recibidas por un micro lo suficientemente sensible. Tampoco te obsesiones demasiado con esas medidas. Prueba a dejarlo como yo te he comentado, ajusta un poquito por aquí y otro poquito por allá hasta dejarlo a tu gusto y punto final. Los calibradores integrados de los amplificadores, ayudan, pero tampoco se les puede exigir unas mediciones "al milímetro".
En todo caso, el mejor calibrador es tu propio oido y tu gusto personal. De nada te vale una medición "de libro" si a ti el resultado final no te convence.