Desde que tengo proyector de video en casa, casi no voy al cine. Entre el precio de las entradas, y que con la comodidad de verlo en casa te vuelves quizá un poco pijotero, y te molesta el masticar de palomitas o la tos del de delante, pues al final no piso el cine casi nunca. Me espero a que la película salga en DVD o Blu-Ray y la veo en casa.

Las últimas veces que he ido al cine, casi todas he salido decepcionado y cabreado. Hace ya un año, la película de TINTIN en los Cinesa Principe Pío de Madrid, ligeramente borrosa, toda la película. Protestamos a la salida y nos dieron una entrada de regalo. Al menos...

Hace unos días, voy a los Renoir Plaza de España, cines de versión original. Vale que voy a ver una película francesa intimista y no hace falta una pantalla de 30 metros. Pero entro en la sala, de las pequeñas, pequeñas, y en la fila 9 de 11, me siento, miro al frente y no hay pantalla con su marco negro. No. Está la propia pared en blanco de la sala, y ahí me proyectan la película, en unos seis metros de largo aproximadamente. Estoy sentado, calculo, a unos 25. Me cuesta un poco de esfuerzo leer los subtitulos. El tamaño de proyección es... ridículo. En casa la pantalla mide poco menos de 3 metros y estoy sentado a 6. Tengo la sensación de estar viendo una televisión un poco grande, de lejos. Para rizar el rizo, la luz de emergencia amarilla de la sala nos ilumina a todos los que estamos en las dos últimas filas.

Hoy. Pago 9,50 euros en día del espectador para ver "La Vida de Pí". En 3D, en los Cinesa Proyecciones de la calle Fuencarral también en Madrid, sala 4 concretamente. Sala grande, no de las XXL pero bien, pantalla grande, bien. Aunque la inclinación del suelo de la sala no impide que la cabeza del de delante se me meta en la pantalla lo acepto como parte de "la magia del cine". Empieza la peli y sorpresa: unas franjas de suciedad, grises, verticales, son visibles a lo largo de toda la pantalla y en todos los instantes de la peli en que aparece algo como un cielo, una tela blanca, etc. Me quito las gafas, las limpio, pero no, es la proyección. Tanto digital y tanta gaita, pero cuando sale un paisaje bonito, se te jode porque el cielo está lleno de franjas de porquería, SUCIO. Calidad nefasta de imagen.
Me giro, casualmente estoy en la penúltima fila y tengo encima la cabina de proyección y veo que ahora con esto del digital y como ya no hay rollos de película, pues se proyecta con un sistema de espejos/cristales de los cuales desconozco su complejidad. Lo que sí alcanzo a pensar es que ese cristal que veo, probablemente sea el causante de esas manchas, porque aparenta estar lleno de polvo y porquería. Otras veces el problema es de la tela de la pantalla, que cuando sales del cine y te fijas, no podría estar más sucia si todo el mundo fumara en el cine.

Con lo que me ha costado hoy el cine, alquilo en el videoclub 5 películas. Y las veo más agusto y con mejor calidad. Y le puedo dar al PAUSE si necesito ir al baño o me acuerdo del chocolate en la nevera, no te digo...