Vista esta tarde, la película me ha parecido demoledora en, tal como indica ivanesece, su mezcla de comedia negrísima y drama, para a la postre mostrarnos un retrato de la sociedad irlandesa actual, tal vez mucho más de sus demonios que de sus virtudes. La historia está muy bien llevada, gracias a un descomunal Glesson, muy bien acompañado por todo el reparto, que gira en torno a su personaje y a las labores de pastor que tiene éste para sus vecinos. Y por medio unos grandísimos diálogos en multitud de tonos que sirven para ir mostrando ese retrato social mencionado.
Saludos