Mira que la original para mí no era nada del otro mundo, pero después de ver la nueva, me ha hecho que me guste más.

La nueva Candyman cuenta a su favor que es una secuela directa enlazando de forma directa varios hechos y la historia sobre el personaje con sombras chinescas están muy bien. Sin embargo, el guión de Peele falla en muchos aspectos, al principio busca ser un reboot para luego dirigirse a la secuela directa. El tema racial aquí es más descarado, haciendo nublar otros aspectos de la película dejando varias cosas en el tintero para luego llegar a un final atropellado para cumplir con la duración.

La original al menos estaba mejor estructurada, el discurso racial ya se adelantaba a su época y tenía ese romanticismo que desprendía el terror clásico.