me dejan perplejo las reacciones que provocan estas campañas que más que nada buscan el desprestigio del objetivo de la misma, y como se engrosa la misma a partir de interpretaciones sesgadas sobre lo que dijo o no dijo alguien. Que además se pretenda llevar a los infiernos una película por lo que haya dicho un actor de la misma me parece alucinante, sobre todo cuando lees que alguien dice que no va a verla por lo que dice un tercero sobre ese comentario. Este no es el primer linchamiento que se hace a un actor (me viene a la cabeza Mel Gibson o Javier Barden o Penelope por sus comentarios calificados antisemitas, cuando a los que son descaradamente semitas y contra-árabes parecen que son merecedores de todo tipos de elogios) o a una película o el caso también reciente de James Gunn que lo fulminaron por algo de hacía más de 10 años.
Hay algo que se llama sensatez, si una película no me gusta, por las razones que sea, y no pensaba ir a verla, me da igual los linchamientos que se hagan ya que la película, desde un primer momento no me atraía, pero no me dedico a desprestigiarla para intentar que otras personas tampoco la vayan a ver, y lo mismo a la inversa, sí me gusta iré a verla, pues todo lo otro me resulta intrascendente para valorar si me gusta o no la película.
Si decido ver la película porque me gusta el género, lo que diga la actriz en una entrevista me da igual, no pretendo tener una relación con ella, en la que sí me puede importar sus opiniones. Además la película no es precisamente una reivindicación política que es de una tía vestida de mallas soltando rayos por las manos