Detrás de esa estupenda escena de música y baile, lo realmente hermoso es que vemos a alguien enamorado que hace las cosas que suelen hacer los que están enamorados y que no pueden evitar. Es algo así como la escena del joven Freddy en la puerta de la casa donde vive Eliza, en My fair lady, cuando canta esa otra maravilla "On the street where you live".
Realmente, quién no ha querido sentir ese "subidón".