Qué película más hermosa... Y cuánto tiempo pasé sin verla por prejuicios.
Dado el título español, yo me imaginaba que se trataba de un semi-documental, con John Wayne interpretándose a sí mismo y aleccionando a unos muchachitos en un rancho. Y punto y final.
Y, de hecho, algo de eso hay como reflexión metagenérica inmersa en un tono de western crepuscular, desmitificador y alegórico.