La estrategia editora de las empresas me parece un completo despropósito. No puedo creer que estimen poco rentable comercializar "Noche de miedo", "La isla misteriosa", "Picnic", "Jason y los argonautas", "El apartamento", etc, mientras editan sin pensarlo dos veces cosas como "Mentiras e ilusiones", "Cabeza de muerte" o "Doble identidad". ¿Realmente hay muchos compradores para estos mediocres títulos y muy pocos para los otros que venimos reivindicando? ¿Hay un significativo número de aficionados expectantes para correr a comprar "Nunca me han besado", y en cambio una cantidad insignificante de los que comprarían "Noche de miedo"? No me lo creo.