Seré odioso, o no tendré tan mitificado el pasado como otras personas, pero esta temporada, dentro de que su nivel medio habría sido impensable en televisión hasta hace unos cuantos años (ahora, en cambio, pienso que, con los talentos que hay sueltos en las series actuales, una serie de este tipo, con una perspectiva contemporánea, se podría hacer perfecta y maravillosamente), creo que pega un pequeño bajón con respecto a la primera y la segunda. Eso sí, el episodio "El ojo de cristal", que no sé si es el primero, debió de aterrorizar directamente al público de los 50, aún no acostumbrado a cierto tipo de artimañas narrativas que hoy casi todos damos por hechas.