Estupenda película, y la edición no está nada mal.
Por cierto, el "villano" de esta película interpretó años después nada menos que al super-enemigo de James Bond, Goldfinger, y fue "El cebo" la película que lo descubrió al director que lo contrató. Lo que no sabía es que no hablaba una palabra de Inglés, y hubo que doblarlo.