Hombre, don Marvin, el señor Sistiaga se dedicaba a la abstracción y el cinetismo, que no al op-art al que, sin duda, deberíamos adscribir estos molestos macrobloques:
Uno, en el televisor de tubo de la Residencia, no los percibe, claro. Pero a lo mejor quien vea la película con un proyector sufre una alteración en su estado disociado de conciencia por esta invasión de ruido electrónico en unas imágenes netamente orgánicas. Nada he dicho de "pelos", suciedad y otras adherencias porque entiendo que forman parte integral de la imagen; los macrobloques, no.
pd.- Ya ve que, aunque me saque la lengua, yo aprovecho para colarle el rollo. Es que me he metido en un programa de voluntariado cultural para la tercera edad y mientras los demás compañeros se dedican a explicar las referencias mitológicas en los tapices del Palacio Real, yo les monto a chavales de instituto y guiris unas sesiones de cinema expandido a base de Sistiagas y Vadelomares que lo flipan.
otrocineando, don venerando