A ver si convenzo a el hombre que trabaja mucho para tirar para allá. Navidades. Mmmm. Fecha mágica, sí señor. Por cierto, La última víctima transcurre en las Navidades de 1994. ¿Y si estrenamos el corto allí también? Pero que nadie piense que tiene que ver con ¡Qué bello es vivir!...
Curioso, La carreta fantasma también recurre a las fechas navideñas.