La verdad es que tiene usted razón, señor Trelkovsky. Es una integral de una determinada época de Étaix -los años sesenta- antes de que se volcase en el circo. De hecho, Pays de cocagne es un punto de inflexión en su carrera cinematográfica.
La inclusión de Ilha das Flores resulta absolutamente inexplicable.
Pero la oportunidad de ver sus dos primeros cortos y estos cinco largometrajes en buenas condiciones es un auténtico gozo.