Los últimos de Filipinas (1945)
Producción: Alhambra / CEA (ES)
Director: Antonio Román.
Guión: Antonio Román y Pedro de Juan, basado en “El fuerte de Baler” de Enrique Alfonso Barcones y en un serial radiofónico de Enrique Llovet.
Intérpretes: Armando Calvo, José Nieto, Guillermo Marín, Manolo Morán, Juan Calvo, Fernando Rey, Manuel Kayser, Carlos Muñoz, José Miguel Rupert, Pablo Álvarez Rubio, Nani Fernández, Manuel Arbó, Tony Leblanc.
99 min
Edición: Tribanda / Vídeo Mercury, incluida en el pack “Cine propagandístico” de la colección “Tribanda Classics”.
DVD5 | 1,37:1 | 4/3 | Blanco y Negro | Idioma: Español | 88 min.
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El pack incluye también Eran cinco hermanos (The Sullivans, Lloyd Bacon, 1944) y un cuadernillo de ocho páginas con un comentario de Quim Casas sobre las dos películas. No encuentra el autor demasiados motivos para relacionarlas y dedica el grueso –es un decir- del texto a la película norteamericana sin ahondar poco ni mucho en la significación de la española.
Los últimos de Filipinas es una película de exaltación patriótica inspirada en la resistencia numantina de los soldados encerrados en la iglesia de un fortín en Baler cuando España ya había renunciado a su presencia en Filipinas. Se estrenó coincidiendo con el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando la derrota de los países del Eje provocó el aislamiento total de Franco, clausura de la cual la cinta se ha convertido en metáfora como certeramente ha apuntado Santos Zunzunegui.
Las dos primeras capturas corresponden al principio y fin de una panorámica que va del cauce seco del río por el que cabalga Tony Leblanc a los filipinos que lo tirotean desde los riscos. La construcción de esta escena como la del resto de la película, demuestra que Román tiene la lección bien aprendida. No sólo hay ecos de Gunga Din, también del Beau Geste, de Wellman, o de La bandera, de Duvivier. Con ellas comparte el marco colonial, la claustrofobia creada a partir del tratamiento escenográfico y de la invisibilidad del enemigo. La aproximación a la bella tagala que canta en la noche encendiendo los corazones de los soldados no ha perdido un ápice de su embrujo.
La definición, justita. El contraste, bien. La continuidad... falta la cabecera de la distribuidora. Puede ser que a causa de que el material de base careciera de ella o porque no interese su inserción actualmente. Hay una diferencia notable entre los 88 min. de la copia y los 97 que constan en las fichas, pero no he encontrado ningún salto apreciable. Acaso alguno de ustedes pueda iluminarnos.
En la primera escena que les comentaba, la figura de Tony Leblanc a caballo parece ligeramente comprimida. Este efecto desaparece con la llegada al fortín. Deduzco que se han chapuceado un poco estos primeros minutos para que entraran las cartelas iniciales completas, pues aparecen bastante ajustadas a los márgenes laterales. En fin... Misterios filipinos.