Es esa película que muchos consumidores de superhéroes Marvel no podrán digerir pero de la que, para no desentonar, dirán con la boca pequeña que por supuesto que ven lo que vieron los demás, y que la fotografia es excelsa o que los planos son magníficos. Afirmaciones que por sí solas no significan nada, pero no por ello menos solicitadas (la primera persona del mundo que sepa capaz de explicar qué demonios dice por sí sola la frase "los planos son magníficos" recibirá un premio).

No es una crítica a la película, porque realmente no estoy en disposición de hacerla, pero yo no terminé de entenderla. Es verdad que hay un trabajo de ambientación, una armonia y cohesión visuales, un mimo en la forma de expresar con delicadeza lo que no se expresa con palabras, pero no entiendo a los personajes. No entiendo por qué se supone desde el principio que Cate Blanchett y Rooney Mara básicamente ya están la una perdida por la otra, no entiendo por qué la primera parece un personaje torturado ya desde esa conversación inicial en el centro comercial, como si estuviese ocultando una serie de sentimientos que no es hasta más tarde en el guion cuando tendría que estar sintiendo, y en general simplemente no entiendo de dónde se supone que surge esta historia de amor.

Quizás es una cuestión de aceptación de formas de los géneros, porque el melodrama no tiene necesariamente la misma consistencia lógica (y psicológica) que otros géneros y busca más el éxtasis de los sentimientos y su representación en la pantalla, pero me han gustado más otras películas de Todd Haynes o, por ejemplo, de Almodóvar o Douglas Sirk. Quizás sí y cambie de opinión en un futuro como me ha pasado con muchas otras películas que no se distinguen precisamente por su obviedad, o quizás no, pero digamos que aunque es una película bastante decente, yo no entendí su razón de ser.