Una joya. El remake, miedo me da... pero no hay que ponerse paranoicos. Vayamos al original.
Jim Halsey (Howell) es un joven que lleva un coche a San Diego por encargo. Una noche de lluvia, por miedo a quedarse dormido en el coche recoge a un autoestopista de aspecto extraño, John Ryder (¿ese era su verdadero nombre?) que cada vez tiene un comportamiento más extraño y aterrador, hasta que saca una navaja y revela que va a matar a Jim, quien logra echarle del coche, sin saber que este tipo se lo tomará como algo muy personal, persiguiéndole por los desiertos y haciéndole pasar por una serie de experiencias que Jim no olvidará.
Guión de Eric Red (guionista de la también road movie Los viajeros de la noche) con un esquema algo típico y un guión, como han dicho, algo cogido por los pelos, pero a cambio de estas lagunas, Hauer te hace pasar un rato realmente desagradable en la butaca, y las nuevas torturas que tiene que pasar el pobre Jim hacen que te identifiques con él, algo cada vez más difícil en el cine, que un personaje te importe así. Asímismo, esta película tiene una serie de escenas que son ya clásicas: el primer encuentro entre Hauer y Howell, la "sorpresa" de Howell cuando lo encuentra en otro coche, la escena en la comisaría, cuando Jim se despierta, o la ejem, escena clave de Jennifer Jason Leigh, realmente acojonante, junto al final (con cierto parecido al Diablo sobre ruedas de Spielberg). En fin, un clásico que hay que ver.