Pocas actrices han encarnado mejor un ideal femenino, sensual y a la vez espiritual, naturalista y a la vez sublimado, que la Bergman. Es la mujer digna, la mujer de la calle, la mujer que ama y la mujer que sufre. Una vez leí que la única actriz con que la podías comparar era la Garbo. Aunque disiento. La Bergman era mucho mejor actriz.