A mí me pasa igual. Claro es que tampoco es de esas películas que tuviera mitificadas. Ya de pequeña me aburría al cabo de quince minutos. Y éso que toda la parte del demonio Shu, o como se llamara, y las posesiones tenía su aquel. Lo que más recuerdo es toda la campaña publicitaria que se montó, la canción sonando a todas horas, aquella serie de dibujos de Filmation que no tenía nada que ver pero que se emitió en España más o menos por la misma época, los muñecos, el dibujo del fantasmita...
La segunda ya sí que es un espanto que no hay por dónde agarrar. La vi en su día y pensé "¡qué cosa más mala, parece una de esas secuelas que lanzan directamente en vídeo!". Ni qué decir tiene que no he intentado revisitar ninguna de las dos.