Sería un gesto admirable si se acercasen anónimamente, con su atuendo habitual, al hospital de turno a preocuparse por estos críos.
Con la guardarropía a cuestas puede (MAL)interpretarse como vehículo de promoción y propaganda, aunque NO medie esa intención ni sea esa la voluntad imperante, dejando como poco un regusto AMARGO.