No me he leído todos los mensajes, sobre todo por el cariz que cogía la cosa, pero escribo esta aportación para confirmar por enésima vez que esta noticia no existe, ya que los filtros en Internet en los organismos oficiales son la cosa más común del mundo desde hace años. No se colocan por rechazo al sexo o similar, se colocan para impedir que algún listo use el puesto de trabajo como estación de consumo de porno o de descargas. Ignoro la trayectoria de Angeles Alvarez, no sé si es novata, si se pasa poco por la oficina, o si simplemente no se había percatado del filtro porque hasta ahora no había usado Internet. Pero en cualquier caso, debería fliparlo menos y saber que ella no es ni más ni menos que los miles de empleados del Estado, las Comunidades o los Ayuntamientos que hay en España, y sobre cada uno de los cuales suele pesar algún tipo de (razonable, por otro lado) restricción en el uso de Internet. (que bastante famita tienen ya los funcionarios)
Mi experiencia: He trabajado en proyectos para la Oficina Española de Pantentes y Marcas, para el Ministerio de Industria y Comercio, para la Seguridad Social y para el INEM. Y me he encontrado dos tipos de restricciones:
- Filtros por palabras, como el de esta noticia, que impiden que los funcionarios se metan en cierto tipo de webs. En realidad es una medida inutil, ya que si bien puedes impedir que se metan en la web "supertetas" o "sexo-culitos", la gente es ingeniosa y puede encontrar eso mismo buscando "petardas", "vecinitas", "ponmela dura", etc.
- Cuota de consumo: puedes navegar y/o descargar cosas hasta un límite, pongamos 200Mb/mes. Cuando llegas a esa couta, tu puesto se queda sin Internet y tu responsable recibe un aviso. 200 Mbs/mes es muy razonable, si lo que haces es mirar tu correo personal, y una vez de cuando en cuando mirar algo. Sin embargo, si navegas mucho (o todo el rato), se te va, y por supuesto si te descargas cualquier cosa se te va más. Y de instalar un ***** así... pues imaginad, imposible.
Y eso es lo que hay en los Ministerios españoles. Que en el Ayuntamiento de Madrid también... ¡pues me parece normal!
La anécdota: una vez hablando con un compañero del curro ninguno de los dos nos acordabamos del nombre del cantante de Sex Pistols (Johnny Rotten), lo teníamos en la punta de la lengua, pero no salía. Buscamos en Google "Sex Pistols", y... ¡tachán!, nos salió la página de "error: palabrota prohibida". No podíamos buscar "sex", ni en ese contexto tan inocente. Así que tuvimos que esquivarlo usando "sid vicious pistols bollocks" o algo así, y por supuesto lo conseguimos.