A ver, el problema no es que no fueran rentables, si por rentables se entiende no perder dinero, esos cines no lo perdían. La verdadera justificación es que durante la burbuja inmobiliaria nunca iban a ganar tanto como deshaciéndose del edificio y vendiéndole a cualquier gran cadena comecial o banco, donde para ellos el propio edificio constituye un bien, pero para un particular o empresa pequeña no representa lo mismo.
En Cartagena cerraron todos los cines del centro, y los últimos que lo hicieron eran los que más espetadores tenían, pero cerraron por la misma causa. Los mil millones que le ofrecieron no los iban a recaudar en toda su vida. Es el problema que ha vivido España con la burbuja inmobiliaria, que cualquier negocio parecía ridículo y una pérdida de tiempo comparado con todo lo que tuviera que ver con las construcción.