El increíble hombre menguante, muy buena "nominación". También entraría en el tipo de "horror filosófico" puesto que en el fondo va del miedo al vacío, a la insignificancia.
Aparte de ese terror filosófico, existen otras escenas de terror más tangible, pero muy inteligente, pues convierten elementos cotidianos a nuestros ojos (un gato, una araña, un desagüe...) en monstruos terroríficos.