No, Manu, los usuarios de Mac somos ante todo prácticos. Lo que tu quieres ver como fanatismo cuando ves a alguno de nosotros "evangelizando" a usuarios de PC es simplemente que nuestro sentido común (que parece ser muy lejos de ser común y de tener sentido a veces) no se percata de que por muchas gafas que le pruebes al ciego este seguirá sin percatarse. Vamos, que no distinguimos a los ciegos de los miopes. Aún así siguen siendo muchas las ocasiones en que seguimos insistiendo en tratar de que algún vegetariano disfrute de un sabroso chuletón medio crudo porque estamos convencidos de que cuando lo pruebe coincidirá también en que no sólo es sabroso sino además nutritivo. Pero claro, no reparamos en que hablamos con un vegetariano convencido, que no es una cuestión de lo sabroso que pueda estar el chuletón. Ese es el tema.
¿Que tu estás desencantado de tu experiencia? Ya te digo yo que no lo has probado lo suficiente, que finalmente has sucumbido a tus rutinas de trabajo y que -se que me aventuro mucho- seguramente siempre has encontrado más apetecible dedicar tu tiempo a otro de los muchos caramelo-cacharros que tienes en casa (un día a la cámara reflex, otro al nuevo ampli de válvulas, otro a ripear pelis para el iRiver, ...) porque entre otras cosas no necesitas meterle mano al Mac.
El primer ordenador que yo me compré con mi dinero fue un PC, que no fue el primero que use, ya que por trabajo tuve otros trastos aún más primitivos. Pero el primer día que le metí mano a un Atari ya sabía que el PC formaría parte de mi vida profesional unicamente, pero nunca de la personal. No necesité que nadie me evangelizara, porque ya te digo que yo soy eminentemente práctico y lo que puedo hacer de una patada no la hago de un partido entero. Y si ya el Atari y el Amiga me gustaban, cuando puse las manos en un Mac, ni siquiera real sino en una emulación del SO en un Atari, ya supe que mucho tenían que cambiar las cosas para que mi siguiente ordenador no tuviese la marca de la manzana. Y el tercero no fue un Next (que es de donde ha salido el sistema X de Apple) porque cuando estaba decidido a comprarme un cubo negro a precio de saldo (porque tenía un par de rayones y una esquina descararillada) a la salida del MacWorld del 91 en San Francisco, me enteré de que la distribución para España la había cogido el Corte Inglés y eso era una barrera definitiva para mis planes para aquella máquina.
Nunca me ha gustado cacharrear con los PCs, pero te aseguro de que siempre he estado trabajando con ellos en aplicaciones de vanguardia y muy marginales, y que casi todas las empresas de mi zona que no usaban los PCs sólo para llevar la gestión han requerido de mis servicios para meterle mano a sus peceras, a nivel de hard y sobre todo de soft. Incluso para poner en marcha instalaciones que nos había levantado la competencia.
Osea que los PCs me han dado de comer, pero de ahí a que yo les use por capricho va un trecho. Y que conste que a mi no me han dado problemas sino, al contrario, muchas oportunidades. Por alguna razón soy uno de esos a los que las máquinas siempre le han tratado bien y dejaban de hacer el chorra en cuanto mis manos se posaban sobre ellas.
Hoy mismo, los bichos con los que me gano la vida (unas moles que de media pesan 3 mil kilos) sólo se pilotan con PCs. Y para eso están en mi empresa, para todo lo demás usamos Mac. Bueno también tenemos un PC obligados porque el programa del La Caja sólo funciona en PC y prefiero tener ese trasto inútil ahí antes que pasarme el día yendo y viniendo del Banco. Y como además sólo facturamos, que la gestión no la llevan fuera, ni siquiera para eso les necesitamos.
Y que quieres que te diga, a muchos os gustará -según decís-, pero a mi me parece antinatural tener un PC doméstico. No ofrece ninguna ventaja (en estos tiempos ya ni el precio que era antes el argumento de muchos, ni la dificultad para encontrar programas desde que todo el mundo está en la red), ni siquiera la de los juegos que comentaban por ahí. Para eso están las consolas.
Todos los programas interesantes de uso habitual están en Mac y, de hecho, muchos de los programas que la gente usa más corrientemente nacieron en un Mac. El mismo Word es un programa originario de Mac y por si tengo que recordarlo todos los programas de Adobe y Macromedia que tan extendido están ahora entre los usuarios de PC son originarios de Mac. Y esa copia mala del sistema operativo de Apple que se llama Windows, todavía sigue siendo un postizo encima del MS-DOS y no algo autónomo que emane directamente del hardware.
Os apetezca aceptarlo o no, estais usando un sucedáneo. Y cada vez que el sucedáneo del Sr. Gates consigue asimilar algunas de las características de nuestro original y lo lanza al mercado, Apple nos ha ofrecido a nosotros ya tres niveles más por delante. Así es y así será.
No se trata de que el Mac OS sea visualmente más atractivo, más compacto, más sencillo de usar y aprender y utilice 100 veces mejor sus recursos, y mucho menos de que un iMac sea una obra de ingenieria y de arte (pieza de museo 100%). Se trata de que son herramientas en las que se cuida al máximo el interface, la relación del usuario con las aplicaciones. Porque está muy claro que un programa tiene que hacer la función para la que se le ha proyectado, eso es de cajón, así que dando lo obvio por hecho, de lo que se trata es de que el usuario interactúe con el programa de la forma más sencilla, cómoda, lógica y práctica que sea posible. Ese es el flujo natural de las cosas, y eso es lo que Apple y los "Macqueros" han tenido siempre como primer objetivo en el horizonte. Y por eso usamos Macs, porque queremos hacer muchas cosas y queremos hacerlas fácil. Preferimos que cocine para nosotros un chef en lugar de hacer de cocinillas, salpicarnos de aceite hirviendo, comer malamente y además tener que fregar los platos. Y allá cada uno con sus gustos, porque en este caso comer de restaurante no cuesta más.
Sólo como ejemplo (que no tiene porque ser representativo, aunque si que es ilustrativo), el martes me bajé la versión para estudiantes de un programa superprofesional de arquitectura que no he utilizado en mi vida y el miércoles le entregué a un promotor los planos completos de lo que serán nuestras nuevas instalaciones. Con los planos 2D de todas las plantas y 5 secciones interiores de diferentes zonas, el alzado 3D global y por plantas, e incluso el aspecto final de las oficinas y la salas de demo incluyendo posicionamiento y medidas reales de mobiliario y máquinas. Y ya te digo yo ahora mismo que lo que yo le dí, sin entrar en los aspectos que tendrá que considerar un arquitecto y de los que no entiende nada un pueblerino como yo, no lo iguala el arquitecto ni por el forro de sus cojones.
Y con la misma facilidad he dejado tocada de muerte la renovación de la página web con un aspecto y contenido que si se lo encargo a un profesional del tema me hubiese pegado una buena hostia a la cuenta bancaria. Y como todas las semanas he atendido mi correo, navegado, foreado (no por aquí), bajado lo que todos, leido el periódico en PDF, traducido unos documentos en PDF de los que me era imposible conseguir los originales, enviado presupuestos, escuchado música, visto pelis, y todo lo que solemos hacer casi todos con el ordenador.
Y además he editado todas las grabaciones de actuaciones en directo en el iPOP que puntualmente mi ordenador me ha estado grabando cada día con el trastillo de TDT que le tengo conectado, las he montado en el iMovie, he capturado las imágenes que luego he modificado en el Photoshop para crear las cabeceras y los menús del DVD, he creado la portada del DVD, he hecho una presentación y menús animados para el DVD, capítulos, transiones y finalmente he creado el DVD que esta noche intentaré subir a un tracker de música.
Y todo ello, los planos, la web, los catálogos, el DVD,... lo he hecho como un puto profesional. Cosa que no soy. ¿Porqué? Porque el Mac me lo pone fácil. Y porque como se que las herramientas que me ofrece, su sencillez y sentido práctico, y la forma en la que todo interactua y se complementa en este ordenador me permite ofrecer acabados profesionales en el mismo tiempo en que en un PC sólo podría hacer una chapucilla, pues me doy el gustazo. Y además me divierto. Porque cuando las cosas ruedan sólas, todo puede resultar divertido a la par que entretenido. Y de eso la culpa la tiene Apple, porque impone unos criterios y unas directrices muy estrictas a todos sus desarrolladores (propios y ajenos) y eso hace que en lugar de lidiar con conflictos entre programas, disfrutes con programas que se complementan e interactuan entre ellos.
Yo no nací con la venda del Mac en los ojos y desde el 8086 he puesto las manos encima en cada trasto nuevo pilotado por un Intel (con la única excepción de los nuevos iMac, que no tardarán en caer en mis manos en cuanto el soft que me interesa esté en formato universal), y de ninguna forma te cambio mi iMac por 10 botes de "Colón" como el tuyo. Mi sentido práctico no me lo permite. El sentido común tampoco, claro, pero ya he dicho -porque lo he comprobado hasta la saciedad en la vida y en los negocios- que el sentido común no es en absoluto lo que su nombre indica.
Sorry por la charla y busca algo de tiempo para meterle mano en serio a ese pedazo de chatarra cojonuda que te compraste.
Y, por cierto, yo creo entender que cuando hablan de lo de los cutres lo dicen en el sentido de algo que se que tu también defiendes, en tu caso en contra del éxito de los iPOD, y que es que a muchos lo que les va el la moda y el figuroneo de tener uno de esos trastitos blanco on una manzanita y que prefieren llevar los casquitos blancos para que se sepa que tienen un iPOD antes que llevar unos que realmente saquen partido a lo que realmente tiene bueno el iPOD, su sonido, y que nadie pueda deducir con esos cascos buenos que lo que tiene en el bolsillo es su "cool" iPOD.
Bueno, ellos se lo pierden. Igual que tú con el iRiver. ;-)




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