El tercer ojo (Mino Guerrini, 1966)



Muestra tardía del gótico italiano muy influenciado por el cine de Hitchcock, en especial Psicosis, Rebeca y Vertigo. El argumento es simple y sostiene el interés gracias a una puesta en escena mórbida y malsana, con una familia fracturada con madre dominante y una ama de llaves poco fiable. El apolíneo Franco Nero está muy convincente como trasunto de Norman Bates y ya apuntaba maneras antes de saltar a la palestra con Django y Camelot. Toda la película gira entorno a él y los primeros planos en blanco y negro acentúan su insultante belleza. El final abierto un acierto.

Los renegados del diablo (Rob Zombie, 2005)



Con el anuncio del rodaje de la tercera entrega era el momento de revisar el trabajo más celebrado de su director junto a la poliédrica The Lords of Salem. Un perfecto cruce entre un film de Peckinpah y cine "Grindhouse" de los 70, con momentos de alucinada violencia y un espléndido dominio de los recursos técnicos más típicos de la época. El final a ritmo de "Free Bird" es apoteósico y el reparto apabullante, repleto de viejas glorias de la serie B (Ken Foree, Michael Berryman, Mary Woronov, Geoffrey Lewis o P.J. Soles, entre otros). Imperdible.