En los últimos días he visto un par de largometrajes asiáticos. El primero de ellos fue Cuentos de Tokio, de Ozu. Ha sido mi primera toma de contacto con el director japonés y quizás ello me ha impedido disfrutar con creces de su obra. Es un cine muy pausado, clásico, con otras características y circunstancias completamente de autor, centrado en los personajes que se apoyan en una historia simple. La vi en una noche, algo cansado física y mentalmente y el cine de Ozu, según he podido palpar con mis ojos, requiere de plena disposición. Sin lugar a dudas, lo merece, así que estaré atento a su extensa filmografía y curiosaré algún título más, amén de revisar Cuentos de Tokio en un estado menos somnoliento.
El segundo filme acabo de terminar de verlo. Se trata de una de las recomendaciones de LORDD: Memories of Murder (Crónicas de un asesino en serie). Es un thriller soberbio, en mayúsculas, con todas las de ley. Probablemente sea de las mejores películas asiáticas que he visto -no son muchas-, elevando el cine a la categoría de arte en algunos tramos de la película. Me ha recordado en cierta manera a otro thriller recientemente premiado: El Secreto de sus Ojos. Seguro que Campanella mamó algo de la obra surcoreana.
Para los próximos días tengo preparadas Audition, Dersu Uzala (El Cazador) y las dos partes chinas de Red Cliff (Acantilado Rojo).