Otros dos cineastas que ponen a prueba mi paciencia son Vicente Aranda y Gonzalo Suárez. Cuando veo una película de Vicente Aranda, tengo la impresión de que estoy viendo una película porno disfrazada de cine de autor. Y con Gonzalo Suárez me pasa lo mismo que alguien decía que le pasaba con Trier: creo que tiene talento, pero que en algún momento perdió el norte.

Otro con el que mantengo una relación controvertida es con Amenábar. Más que nada, porque ha hecho cuatro o cinco películas solamente y ya se le ve como un director imprescindible. Tesis me encantó, me pareció una obra sumamente redonda y atractiva, casi perfecta, más si tenemos en cuenta que fue la obra de un principiante. Abre los ojos me pareció la típica película rara, la película del director que no ha empezado hace mucho y está afianzando su estilo, una obra irregular con muchos aciertos pero también muchos fallos. Los otros me pareció una película endeble, además de un plagio descarado y no declarado de Otra vuelta de tuerca, pero, bueno, como en España hay un desconocimiento absoluto de la literatura de terror básica anglosajona, nadie se dió cuenta. Previsible a más no poder y con una Nicole Kidman insoportable. Mar adentro y Ágora no las he visto, así que quizá debería revisar mis juicios sobre este particular. Lo que realmente me fastidia es que se le etiquete del "nuevo mago del suspense" de "Hitchcock español" y otras cosas así que he oído a veces a alguien que sólo ha hecho tres películas de misterio, y las tres irregulares si se las mira en conjunto.