Con Suspiria lo único que tiene que ver es que se desarrolla en una academia de danza.
La película, sin ser tampoco la obra maestra que muchos ven, está muy bien. Tiene escenas "mal rollistas" muy conseguidas, con una ambientación y puesta en escena fabulosos y un final grandioso. La Portman aguanta muy bien el peso de la película, perfectamente secundada por Cassel y Hershey.