El testamento del doctor Mabuse es, para mí, la obra maestra de Fritz Lang. Una de esas obras maestras desconocidas, además, porque no mucha gente se ha visto esa película, y menos todavía la aprecia (creo que, de hecho, en su día, los nazis la prohibieron y apenas llegó a verse). Mabuse es una figura fascinante Para mí, el mad doctor y el genio criminal último, definitivo. Su crueldad y sus actos delictivos a menudo no parecen tener más objetivo que sembrar el terror y el caos: son un ejercicio de puro y absoluto poder (aunque no parecen tan inconcretos ni limitados como los de, por ejemplo, un Caligari, un personaje mucho más abstracto y simbólico, y que, en gran medida, aún pertenece a la tradición romántica de personajes "burgueses demoníacos", como el Coppelius de Hoffmann). Fu Manchú y el Doctor No casi parecen delincuentes comunes comparados con Mabuse. Me encanta además ese aire pulp y folletinesco de las dos primeras películas (porque El doctor Mabuse, como Los nibelungos, es en realidad un díptico formado por dos episodios), que sospecho ya resultaba un poquito anticuado para principios de los años veinte, y que Lang metió probablemente con toda intención. En contraste con el tono más realista, de película policíaca casi precursora del cine negro, con toques de terror en algunos momentos, de la segunda, que resulta, paradójicamente, de una estética mucho más expresionista que la primera.
"¡El expresionismo es un juego de niños..!" Sólo el Übermensch expresionista extremo podía llegar a decir algo así. Con un par, Mabuse...