Pues hombre, sin ser el paradigma de la gastronomía, Amsterdam tiene algo de cocina propia que merece la pena probar.
Uno de los mejores restaurantes es el Cinco Moscas, Five Flies o De Vijff Vlieghen que es como se dice en holandés y como lo veréis anunciado en su puerta. Es un restaurante que además presume de ser de los más antiguos ya que el lugar data de 1627. Estuve el mes pasado y debo reconocer que comí muy bien, a pesar de que el maître dejaba un poco que desear.
Eso sí, este se sale del BBB que pedía Knopfler, pero creo que merece la pena verlo. Podéis visitar su página web en http://www.thefiveflies.com
Y justo en frente de este restaurante hay otro que sí que cumple con la petición de Knopfler. No recuerdo el nombre, pero está justo enfrente del Five Flies, tiene la puerta roja y es un local bastante grande con dos plantas y entrada tanto por esa calle como por la trasera, que da al canal Singel.
Es un restaurante de cocina tradicional, en donde se puede comer un poco de todo, pero yo os recomiendo los Stampot, un plato único que incluye súper calórico a base de patatas, zanahorias, carne guisada, salchichas, verduras, etc. Me pareció buenísimo y el precio de este local es bastante económico.
Aquí tienes la localización en Google Maps. Está muy cerca de la plaza Dam, por detrás del Palacio Real.
Por lo demás, Amsterdam está lleno de pequeños locales que descubrir y en donde por regla general no se come mal, ni tampoco excesivamente caro.