Vista al fin, con bastante retraso, pero mas vale tarde que nunca
hay dos palabras que la definen estupendamente, y que sirven además para muchos de los blockbusters de los últimos años: APARATOSAMENTE SOSA.
Todo en élla es de lo más correcto: un diseño de producción cuidado, una fotografía (obra del estimulante camarógrafo Mathew Libatique) resultona y funcional, unos actores más que correctos cumpliendo en sus respectivos papeles, una historia medianamente interesante y entretenida .... nada chirría y nada destaca. Bueno, algo sí: tiene un guión tan plano, aburrido y previsible, que hace que te olvides por completo de lo que has visto a los cinco minutos de visionaria...
Daniel Craig compone un hierático (demasiado hierático) personaje, con el cual es difícil empatizar. La mezcla de géneros no llegar a cuajar como debiera, y los elementos "western" no son lo suficientemente interesantes.
Se ve con desganado interés. Una pena, porque la premisa prometía, y bastante.
Un saludo.