Yo creo que también podemos disfrutar de las dos manera a la vez. Volviendo a este fin de semana: he disfrutado enormemente de las tres películas que he visto, digamos de manera "infantil" (precisar que ese disfrutar incluye tatarear -bajito- una canción de David Bowie que aparece en una escena muy dinámica de Frances Ha, perturbarme con algunas escena de Enemy o quedarme, momentáneamente pasmado con su final o estar totalmente en tensión con el plano final de El desconocido del lago).
Pero también he podido apreciar otras cosas, más de "crítico", de espectador, digamos, no sé "experimentado": las referencias a Truffaut en Frances Ha; las relaciones que establecí entre dos exteriores de la ciudad de Enemy y los exteriores que podemos ver en el cine de Cronenberg, lo que me pareció un fallo de raccord en Enemy (tendré que comprobarlo; pero por ejemplo no me di cuenta de detalles visuales clave)o que me diera cuenta de que las sillas del salón del protagonista son como las mías; o que una escena de sexo rodada en claroscuro en El desconocido del lago me hiciera pensar en Gordon Willis y en su labor en la trilogía de El Padrido.
En definitiva que seguramente yo también prefiera disfrutar de las película como un niño, pero si puedo, o soy capaz de ello, prefiero disfrutarlas como un niño que es crítico de cine.
Saludos
EDITO: respecto al uso del término "crítico de cine", si un extremo del mismo fuera Carlos Boyero, por ejemplo y el otro, Roger Ebert, por ejemplo también, siempre intentaré usar el término de la manera más "ebertariana" posible.