El piloto apuntaba maneras, no a lo grande pero prometía algo más sólido e inteligente que Black Sails. A los pocos capítulos se vino abajo su fachada y quedó como una serie cutrecilla que empeora por capítulos. El último se me hizo insoportable, y si sigue perdiendo fuelle tiene pinta de acabar fatal. No vale ni como serie de aventuras para pasar el rato, donde sí cumplía la otra.