El papel de la vida de Pacino es Michael Corleone, con él se ha hecho inmortal. Y en las tres está SOBERBIO. Le deberían haber dado el Oscar por cualquiera de ellas (o por las 3) y no por la película del ciego, en la que estaba pasadísimo.

Y si tuviera que quedarme con uan de esas tres interpretaciones en la trilogía coppoliana, sería con la primera: en ella se produce la transformación más radical del personaje: del joven ilusionado e idealista recién llegado de la Guerra del principio acabamos en el frío asesino del final que miente a su mujer mirándola a los ojos. Y es un recorrido creíble.