La calidad visual de esta edición es absolutamente extraordinaria.
El mencionado Hitchcock ya había usado el VistaVision en su etapa Paramount (ATRAPA A UN LADRÓN (1955), PERO... ¿QUIÉN MATÓ A HARRY? (1955), EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO (1956) y DE ENTRE LOS MUERTOS (1958)) pero estaba tan encantado que la MGM le permitó usarlo para CON LA MUERTE EN LOS TALONES.
Igualmente, John Ford, que detestaba todos los procedimientos de gran pantalla, usó el VistaVision para la magistral CENTAUROS DEL DESIERTO (1956), pese a trabajar para la Warner.
Lógicamente, la Paramount, en ambos casos, recibía compensación económica por el uso del mismo al ser de su exclusiva propiedad.