Es un caso de puro sentimiento infantil, me temo . Mi primera aproximación a la criatura de Shelley fue el film de Cushing y Lee, y fue una impresión enorme para un crio de ocho o nueve años, y en esa época, donde Aliens ni "cosas carpenterianas" habían aterrizado todavía en el imaginario del cinéfilo moderno. "La maldición de Frankestein", "No profanar el sueño de los muertos" y "La leyenda de la mansión del infierno" fueron, cada una a su modo, mi iniciación al mundo del terror cinematográfico, y mi corazoncito siempre estará con ellas. Luego vi a Karloff y su monstruo, por supuesto, y ahí descubrí la sutileza, la inocencia del que se siente rechazado e incomprendido ... una interpretación acongojante, sin duda, pero que dentro de mi subconsciente no ópera con la efectividad del de Lee ...

Un saludo.