Y añadiría que lo justo y necesario para Mr. Lewis es verlas en versión original porque sus repentinos cambios de tono en los diálogos, sus gritos extemporáneos, etc, son difícilmente imitables y, aunque algunos de los doblajes originales en castellano eran muy esforzados y seguían de cerca la v.o., después fueron sustituidos por otros nuevos para pases televisivos bastante planos y chapuceros.