Vista ayer noche, pues eso, que la previsible previsibilidad de la historia está ahí, pero claro si se juega la carta de adaptar, a su manera, una comedia shakesperiana, a mí ya me tienen ganado. Por tanto, versión libre (y parcial) de Mucho ruido y pocas nueces (que sigue el punto de partida, no canónico -Shakesperare digamos que sólo lo insinúa- que presentó Whedon en su adaptación casera), para mí bien presentada (cómo luce Sidney y todo bicho viviente que sale en ella es atractivo -hasta el koala-) y lo bastante divertida para haberme mantenido entretenido durante todo el metraje.
Saludos