No quedan restos de ningún tipo. Con una espátula o cuchillo finito vas arrastrando por el lomo y verás como se va desencolando. Cuando terminas, con el mismo cuchillo o espatula retiras la cola sobrante del plástico y del trozo de metal, y ya está. A mi no me hizo falta ni poner cola. Se aguantaba solo con el rastro de la cola existente de origen ( que no restos ni burbujas, no sé si me explico).