(contiene spoilers)
Terminada la primera temporada.
Decía el otro día que Daredevil tenía un punto clásico, de película de superhéroes, incluso de algo previo a la etapa dorada de las adaptaciones en cine iniciada con X-Men y Spider-Man a principios de siglo. Con todos los elementos técnicos que casi se garantizan automáticamente en las series de TV post HBO pero mezclado con ese punto casi romántico del superhéroe que habita en Nueva York, es bueno hasta decir basta y se enfrenta a unos antagonistas poderosos que tienen la ciudad bajo su mando.
Vaya por delante que no he sido lector de cómics y Daredevil apenas me sonaba por el nombre, traje y por saber quienes son Marvel, Stan Lee, Romita y cía Me centro en la serie, no en su fortuna como adaptación. Dicho esto lo primero es el citado tono de clásico superhéroe como se habría hecho en los 70s, 80s y no sé si en los 90s (Burton y Schumacher abrieron el camino al uso más psicológico de los villanos y los héroes, aunque no sé si todo eso era porque esencialmente eso es Batman). No es una mala elección: apostar por una dramatización más moderna podría haber entrado en conflicto con la esencia del personaje, podría no haber obtenido réditos suficientes que justificaran esa apuesta y, sobre todo, creo que era lo mejor para todo el mundo pues los fans parece que lo han agradecido, ha tenido buenas críticas y personalmente me ha venido bien obtener algo más clásico en toda esta orgía de TV de gran calidad que tenemos hoy en día.
Así pues Matt/Daredevil es el clásico superhéroe de Marvel, dotado de superpoderes a raíz de un accidente, que vive en Nueva York y que afronta su paso a la madurez creando vínculos afectivos al tiempo que se enfrenta a sus enemigos. Eso ha hecho que disfrutase casi de inmediato del entretenimiento de la serie: el héroe que oculta su identidad bajo un aspecto frágil (en ese caso, un invidente), su círculo de amigos y sobre todo una extraña apuesta en cuanto a la forma de presentarnos Nueva York. Porque parece la de los años 70 y 80, violenta, salvaje, peligrosa, repleta de callejones raros que surgen de la nada y en el que suceden crímenes sin cesar. En ese punto no han podido o no han querido adaptarlos a los tiempos modernos porque ni la ciudad es así (ya desde los 90), ni es concebible esa idea del antagonista hyper-poderoso que tiene a todo el mundo comprado, amen de que eso es un poco deus ex machina, y cuando es necesario se utiliza (esto ha salido mal? Bueno, es porque Fisk tiene comprado a quien sea necesario). Es decir, no me desagrada, forma parte del encanto del superhéroe pero esa apuesta por villanos y ciudad alternativos en un contexto de 2015 es extraño y a veces, sólo a veces, me siento un poco fuera de lugar. Pero no es algo que me preocupe y disfruto casi sin reparos de esta apuesta.
Incluso el personaje de Ben Uric parece salido de los años 80 como reportero a la antigua usanza (podría salir en primera plana, dice.. Cuando hoy en día las noticias de primera plana tienen tantas horas de vida como lo que han tardado en pasar por impresión y venta) aunque es un buen ejemplo de como la serie mezcla lo clásico con lo moderno: él mismo sabe que como periodista es un dinosaurio, incluso su lugar de trabajo y su medio lo son.
Me ha gustado el casting y los personajes aunque estos, por defecto de la mencionada apuesta por la temática tradicional, pecan de un desarrollo inseguro ya que sabes quienes son desde el minuto uno. Ocurre también con los antagonistas excepto Fisk que, ese sí, se acerca mucho más a algo más en línea de lo que se lleva hoy en día con un villano de varias capas y provisto de cierto carisma. No sé si Fisk/Kingpin era así en los cómics pero lo mejor a nivel de personajes es que nos muestran sus inseguridades, miedos, debilidades, aquello que efectivamente le hace vencible. Destaca su relación con Wesley más por el misterio del personaje que por otra cosa pero está bien dejarlo así y no explicarlo todo. Sin embargo algunas soluciones no me han gustado demasiado: Karen no avanza mentalmente al ritmo de sus investigaciones (debería ser más fuerte a medida que avanza); no es creíble el repentino enamoramiento de Vanessa y a la vez la empatía por la maldad y objetivos de Fisk; y todos los antagonistas que se relacionan con Fisk son apreciablemente tradicionales pero aburridos, incluso Gao, aunque no sé si le falta desarrollo pendiente en la segunda temporada.
Creo que me quedo con los primeros episodios ya que estos se centran más en una trama criminal clásica y he disfrutado de volver a esa idea de una NYC apestada de corrupción y villanos con cara de estar todo el día enfadados. En Watchmen hacían eso pero estaba ambientado en 1985 y encima en una realidad alternativa, así que en Daredevil cuesta entender que queda y que no del sistema real policial, federal y hasta legal.
La segunda mitad de la temporada responde más a los cánones del superhéroe con el inevitable momento de la revelación de la identidad secreta que, debo decir, está bastante bien llevada en el episodio #10. Pero Fisk, para mi gusto, se vuelve menos interesante, la trama inevitablemente se dirige a la conclusión y no sé si es porque no estaba claro si iban a tener segunda temporada, y todo se resuelve de forma demasiado satisfactoria, o es que ya me he acostumbrado a lo que harían otras series (cargarse a Foggy o Karen, sin duda alguna) y, de hecho, el último episodio me ha parecido el peor de todos, algo que destaca pues hasta ese punto la serie estaba muy equilibrada en todos sus aspectos.
Bienvenida sea la 2a temporada aunque me suena que Marvel pretendía presentar temporadas sueltas de varios superhéroes de tipo B (o no previstos para adaptación en el cine) y luego reunirlos en plan Vengadores. Una Daredevil con dos temporadas sería la mar de interesante, duración bastante ideal a mi modo de ver.
Jod.. Parece que la serie me ha gustado menos de lo que realmente lo ha hecho. Me ha gustado, bastante!
Synch




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