No, no quiero decir eso.

Lo que quiero decir es que, en definitiva, en aquellos años, y creo que el film de Cronenberg encaja en lo que podríamos llamar el "espíritu de la época", el cine (o la literatura) a menudo pretendía romper moldes, subvertir los esquemas narrativos, huir del clásico planteamiento/nudo/desenlace.
Stereo se rueda un año después del mayo del 68, en pleno auge hippy y de la explosión de los movimientos underground. Pero es que además Cronenberg había ya rodado un corto que se suele comparar a Beckett, y era un admirador de escritores como Burroughs (del que años después adaptaría... bueno es un decir,
Naked Lunch). Y sí, confirmo que tengo a Cronenberg en muy buena estima, me lleva acompañando más de treinta años y espero que lo siga haciendo muchos más.