Tema: Daybreakers

Daybreakers adolece de una degradación paulatina conforme avanza la película. Empieza fuerte, con ideas frescas, originales y bastante duras. Nos ofrece y brinda la oportunidad de vernos reflejados en un particular y oscuro universo donde a parte de la vida nocturna, los humanos somos ganado criado y confinado en fábricas y cámaras frigoríficas para su alimento y disfrute. Estéticamente, Daybreakers es poderosísima en sus primeros veinte minutos, y logra traspasarte una sensación de desolación realmente tangible. Solo hay que ver los logros gráficos en el diseño de la ciudad y sus carteles (impagable la tienda de sangre en la parada del metro o los blanqueantes de dientes), así como las vestimentas y comportamientos de los vampiros de diferente clase y condición.

Pero al poco tiempo, lo que podría haber sido un interesante thriller de investigación, terror y horror, acaba convirtiéndose en un pastiche cinematográfico más del cine de vampiros de baja calaña. Un reparto bien formado y completo (Ethan Hawke, Williem Dafoe, Sam Neill) y una excelente fotografía, son sus mejores credenciales. Lástima que al argumento soporífero lastre por completo la película. Daybreakers arroja interesantes preguntas a un mundo apocalíptico, pero no cuaja en ninguna de ellas. No indaga en la solución artificial sanguínea, no aborda la organización de los humanos supervivientes, y no termina de culminar con la infección y vuelta a los orígenes de los vampiros que no logran alimentarse.

Quizás en un formato televisivo la idea hubiese sido mejor llevada a cabo, mejor tratada. En una sucesión de capítulos hubiésemos tenido mejor construído la trama, con un planteamiento de la situación más firme, convincente y realista, y con un desarrollo menos precipitado (la película pasa de un tono de investigación serie a otro de acción chusquero y cutre, digno del peor John Carpenter en menos de viente minutos), favoreciendo así una mejor construcción del clímax argumental de la historia.

Una lástima, pues todo lo que rodeaba a la presente producción, me llamaba bastante. Además, lanzada en un momento idóneo (los vampiros y los zombies están de moda), Daybreakers podría haber puesto punto y aparte en un mercado atiborrado de desvaríos estéticos y argumentales con vampiros metrosexuales, historias de amor descafeinadas y demás abortos cinematográficos. Eso sí que es apocalíptico y terrorífico.